domingo, 7 de mayo de 2017
sábado, 6 de mayo de 2017
El presente documento constituye la normativa que tiene como objeto regir la organización y funcionamiento del CEIN Simoncito José Gregorio Hernández ubicado en los Magallanes de Catia
así como establecer las normas de convivencia escolar y comunitarias para todos los integrantes de la comunidad educativa.OBJETIVO GENERAL:
Favorecer la formación integral para la vida del niño y la niña, del CEIN Simoncito D. Jose Gregorio Hernandez a través de un criterio de desarrollo pleno. De sus dimensiones psicológicas, físicas y sociales promoviendo desde el preescolar el estimulo y adquisición de competencias, habilidades, valores y capacidades para asumir un compromiso de transformación social.
FILOSOFÍA INSTITUCIONAL:
Nuestra filosofía se fundamenta en el enfoque construcctivista basado en la necesidad de que nuestros niños y niñas, aprendan a través de todas las experiencias y proyectos que ellos decidan emprender, a fin de adquirir aprendizajes significativos que enriquezcan su vida y faciliten el desarrollo pleno de sus potencialidades en las diferentes áreas de su personalidad.
MISIÓN:
Favorecer las potencialidades de los niños y las niñas; orientados en el respeto de la condición humana, desde una perspectiva sociocultural en equilibrio con los elementos de afectividad, inteligencia y lúdico en concordancia con los aprendizajes fundamentales: convivir, saber y hacer para el desarrollo de un ser social.
VISIÓN:
Fortalecer el desarrollo integral y del aprendizaje bajo la responsabilidad de la familia y comunidad en concordancia con los actores educativos formados para tal fin, desde un enfoque holístico de interacción de los actores claves y miembros de la comunidad con el fin de mejorar la calidad educativa dentro de un proceso permanente y progresivo de participación social.
La importancia de los Cuentos Infantiles
La Importancia de los Cuentos
Infantiles
Una forma de promover el lenguaje y la
imaginación, es a través de los cuentos, relaja tanto a los padres como al niño
y crea entre ellos un lazo de afectividad. Una de las ventajas de los cuentos es
que ayudan a que el niño y la niña se apropien del lenguaje y despiertan
curiosidad por el aprendizaje de cosas nuevas y liberan la imaginación y la
afectividad del niño.
Escuchar cuentos les permite al niño y a la
niña a desarrollar la capacidad reflexiva, ya que siempre vamos a tener un
mensaje en el contenido del cuento, creando de esta manera la visión de cómo
debe comportarse por ejemplo o que está bien o mal.
El cuento es una de las bases para el
desarrollo intelectual del niño, gracias a él podemos lograr que entienda las
cosas con más rapidez.
Al momento de narrar el cuento, lo tienes que
hacer de la mejor manera, con todas las ganas y amor del mundo, porque la
manera en que lo cuentas, es la manera en que el niño comprenderá el
significado del cuento, si lo haces con desgano romperás la ilusión que existe.
EL JUEGO COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA
EL JUEGO COMO HERRAMIENTA EDUCATIVA
Autores como Silva (1995) refieren
que "las interacciones que favorecen el desarrollo incluyen la ayuda
activa, la participación guiada o la construcción de puentes de un adulto o
alguien con más experiencia. La persona más experimentada puede dar consejos o
pistas, hacer de modelo, hacer preguntas o enseñar estrategias, entre otras cosas, para que el
niño pueda hacer aquello, que de entrada no sabría hacer solo".
Al respecto, Silva, establece que
"para que la promoción del desarrollo de las acciones autorreguladas e
independientes del niño sea efectiva, es necesario que la ayuda que se ofrece
esté dentro de la zona "de desarrollo próximo", una zona psicológica
hipotética que representa la diferencia entre las cosas que el niño puede a
solas de las cosas para las cuales todavía necesita ayuda". Esto
probablemente puede ser diferente en función del sexo y
las características de la escuela.
Vygotsky (1991) destacó la
importancia del lenguaje en el desarrollo cognitivo, demostrando que si los
niños disponen de palabras y símbolos, los niños son capaces de construir
conceptos mucho más rápidamente. Creía que el pensamiento y el lenguaje convergían
en conceptos útiles que ayudan al pensamiento. Observó que el lenguaje era la
principal vía de transmisión de la cultura y el vehículo principal del
pensamiento y la autorregulación voluntaria.
La teoría de Vygotsky se
demuestra en aquellas aulas dónde se favorece la interacción social, dónde los
profesores hablan con los niños y utilizan el lenguaje para expresar aquello
que aprenden, dónde se anima a los niños para que se expresen oralmente y por
escrito y en aquellas clases dónde se favorece y se valora el diálogo entre los
miembros del grupo.
Es imprescindible acotar que
el aprendizaje incrementa la participación en las actividades estructuradas
como, por ejemplo, la enseñanza, que es un proceso de construcción social, que
la pedagogía, la didáctica y la metodología de las diferentes asignaturas están
interrelacionadas y no pueden separarse las unas de las otras, que aquello que
se aprende siempre tiene un significado personal y
que el aprendizaje es la producción basada en la investigación.
Es evidente entonces que los
educadores de hoy deben ser investigadores del entorno educativo y establecer
cuáles son las necesidades de los alumnos, a fin de planificar las actividades
educativas en pro de satisfacer esas necesidades y colaborar con el desarrollo
del individuo del futuro; ofreciéndole herramientas que promuevan su
aprendizaje, pero que también desarrolle sus capacidades de socialización, de
motricidad, en fin, de todo aquello que lo va a ayudar a convertirse en un ser
integral.
Todo lo citado anteriormente
demuestra que la escuela es el ámbito ideal para tener la oportunidad de jugar,
ya que el juego no es sólo un pasatiempo, y se debe aprovechar todo el
potencial de educar a través de lo lúdico. También es sano considerar que los
niños son verdaderos especialistas en juego y en modificar las conductas y actitudes por
este medio.
LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INICIAL
LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INICIAL
Educar a los niños a través del juego se ha de considerar
profundamente. El juego bien orientado es una fuente de grandes provechos. El
niño aprende porque el juego es el aprendizaje y los mejores maestros han de ser
los padres
Como adultos tendemos a pensar que el juego de los niños es
algo demasiado infantil como para convertirlo en parte importante de nuestra
vida, y no es así. Para los niños, jugar es la actividad que lo abarca todo en
su vida: trabajo, entretenimiento, adquisición de experiencias, forma de
explorar el mundo que le rodea, etc. El niño no separa el trabajo del juego y
viceversa. Jugando el niño se pone en contacto con las cosas y aprende,
inconscientemente, su utilidad y sus cualidades.
Los estudios de la historia de los juegos demuestran las
funciones de la actividad lúdica de la infancia: biológicas, culturales,
educativas, etcétera. Los juegos marcan las etapas de crecimiento del ser
humano: infancia, adolescencia y edad adulta. Los niños no necesitan que nadie
les explique la importancia y la necesidad de jugar, la llevan dentro de ellos.
El tiempo para jugar es tiempo para aprender. El niño
necesita horas para sus creaciones y para que su fantasía le empuje a mil
experimentos positivos. Jugando, el niño siente la imperiosa necesidad de tener
compañía, porque el juego lleva consigo el espíritu de la sociabilidad.
Para ser verdaderamente educativo, el juego debe ser variado
y ofrecer problemas a resolver progresivamente más difíciles y más interesantes.
En el juego, se debe de convertir a los niños en protagonistas de una acción
heroica creada a medida de su imaginación maravillosa. Su desbordante fantasía
hará que amplíe lo jugado a puntos por nosotros insospechados.
El niño explora el mundo que le rodea. Realmente ha de
explorarlo si quiere llegar a ser un adulto con conocimientos. Los padres han
de ayudarle en su insaciable curiosidad y contestar a sus constantes porqués.
Los niños, aunque tengan compañeros de juegos reales, pueden
albergar también uno o varios compañeros imaginarios. No será raro ver a los
niños hablar en tonos distintos de voz y tener una larga y curiosa conversación
consigo mismo, está jugando.
La óptica del niño sobre el juego es totalmente distinta a
la del adulto, ninguno de los motivos que mueven a éste a jugar interviene en
el juego del niño.
Para educar jugando, hemos de ser capaces de hacer propiedad
e idea de los pequeños cualquier iniciativa u orientación que les queramos dar,
como si la idea hubiera surgido de ellos. Sus «inventos» les encantan.
Para el niño no existe una frontera claramente definida
entre el sueño y la realidad, entre el juego y la vida real. El procura
seleccionar, comprender e interpretar aquello que más le interesa.
Con experiencias logradas con el juego, el niño puede
aprender con vivacidad y sencillez las complejidades de causa y efecto. Es muy
importante que vaya conociendo una buena gama de juegos y materiales para
enriquecer mejor sus experiencias. Los niños no tienen las facilidades de
aprender que tienen los mayores al tener a su alcance el teatro la radio, la
lectura, etc.
La imaginación que podemos desarrollar y educar en los niños
por medio del juego es la misma que el día de mañana utilizará para proyectar
edificios, diseñar piezas industriales o de decoración, etc. Necesita de esta
gimnasia.
El niño, al jugar, imita, lo cual es un producto secundario
de la curiosidad. El pequeño sólo seleccionará para su realización, al que
capte su interés, en lo cual, su imaginación juega un gran papel. Y si imita,
le hemos de poner cosas buenas delante, empezando por nuestro comportamiento.
Si los padres y educadores son capaces de observar a su hijo
teniendo en cuenta que el juego es su vida, empezarán a ver el juego de una
forma bien distinta a su creencia de que éste es pura diversión o una
enfermedad del propio hijo.
Jugar ha de ser divertido. Un juego educativo que hayamos
comprado, puede no ser divertido y, si no hay diversión, difícilmente habrá
aprendizaje. El niño sabe bien lo que le gusta y lo que no, y no le
convenceremos de lo contrario.
El juego le permite al pensamiento acciones espontáneas y
eficaces para enriquecer las estructuras que posee y hallar nuevos caminos,
nuevas respuestas, nuevas preguntas.
Un niño que necesita conocer el mundo desde sus
posibilidades, y un docente que necesita conocer al niño, tienen en el juego un
espacio que permite actos conjuntos, integradores. Este espacio favorece,
además, la vivencia y la reflexión.
El juego ocupa, dentro de los medios de expresión de los
niños, un lugar privilegiado. No se puede considerar sólo como un pasatiempo o
diversión. Es, más que nada, un aprendizaje para la vida adulta. El mundo de
los juegos tiene una gran amplitud, existiendo en cantidad inagotable.
Jugando, los niños aprenden las cualidades de las cosas que
maneja; ve cómo el papel se deshace en el agua, cómo el carbón ensucia, que las
piedras son más duras que el pan, que el fuego quema, etc.
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